Profesionales de la Universidad Médica de Innsbruck descubrieron que los pernos metálicos de los piercing colocados en la lengua afectan gravemente la salud de los consumidores porque incrementa las infecciones. El análisis se llevó a cabo con personas que contaban con perforaciones en la boca, tanto hombres como mujeres. Los expertos hallaron una gran cantidad de bacterias en los pernos de acero inoxidable, a diferencia de los aretes plásticos.
Para algunos adolescentes la utilización de accesorios en la boca es sinónimo de estar a la moda, sin embargo, la mayoría no conoce los problemas que a corto plazo se generan dentro de la cavidad bucal al realizarse una perforación. A pesar de que en el mercado existe una gran variedad de materiales, tanto de plásticos (o teflón) como de acero inoxidable (o titanio), los piercings metálicos son los más elegidos por el público joven.
Para llegar al fondo del asunto, la doctora Inés Kapferer y su grupo de especialistas realizaron un estudio con 68 mujeres y 12 hombres con una edad promedio de 23 años. Ambos contaban con perforaciones en la lengua. Los investigadores colocaron de forma aleatoria piercings de distintos materiales en los participantes, algunos de acero inoxidable y titanio, y otros de materiales plásticos (como polipropileno). Los pendientes se extrajeron después de dos semanas y se tomaron muestras microbiológicas de los mismos, del lugar de la perforación y de la lengua.
Los resultados fueron contundentes: de 80 bacterias vinculadas a enfermedades bucales, 67 se habían acumulado en los pernos de acero inoxidable que en los polímeros. Al mismo tiempo, las bacterias encontradas en el metal eran asociadas a bacilos que originaban problemas en todo el cuerpo. En conclusión, tanto los hombres como las mujeres tenían una gran cantidad de bacterias en los pernos metálicos que en los pendientes plásticos.
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